Un trabajador despedido por causas económicas recurre la decisión en los tribunales argumentando su despido como improcedente, ya que la empresa no demostró la necesidad objetiva de eliminar su puesto ni cómo esta medida contribuiría a superar las dificultades económicas.
El Tribunal confirmó que la acción tomada estaba alineada con los requisitos legales establecidos, destacando que la decisión de la empresa no solo buscaba la conveniencia empresarial, sino que era necesaria para enfrentar las dificultades económicas actuales del grupo empresarial. Por lo que valida el despido del trabajador.
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