Un trabajador fue despedido debido a la inversión de su empresa en maquinaria que automatizó sus funciones. El trabajador impugnó el despido, argumentando la posibilidad de ser reubicado en otro puesto.
El Tribunal ha determinado que el despido del trabajador es procedente, pese a las alegaciones de falta de justificación y nulidad. El tribunal ha subrayado que no existe obligación legal para la empresa de recolocar al trabajador en otro puesto a menos que así lo especifique un convenio colectivo.
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