¿Es lícito un despido por portar drogas durante la jornada laboral?
Detienen a trabajador de club nocturno por tráfico de drogas y empresa procede a su despido: el Juzgado declara la decisión como improcedente
Sentencia de Tribunal Superior de Justicia de Cataluña del 14/10/2010
Supuesto de hecho
- La Guardia Civil procedió a la detención del trabajador en el club nocturno donde presta servicios, por un presunto delito contra la salud pública (tráfico de drogas).
- Al tiempo de la detención se le incautó una pequeña cantidad de cocaína y 2.010 euros en efectivo.
- Ante estos hechos el Juzgado de Instrucción inició diligencias previas contra el trabajador, por delito contra la salud publica, en las que el trabajador figuró como imputado, habiéndose acordado su libertad provisional sin fianza, con obligación de comparecer ante el Juzgado el 1 de cada mes.
- La empresa procedió a entregar carta de despido disciplinario al trabajador por trasgresión de la buena fe contractual.
- El Juzgado de lo Social declaró el despido improcedente.
Consideraciones jurídicas
- La sentencia confirma la sentencia de instancia y declara el despido como improcedente. Para ello, se apoya en sentencias dictadas con anterioridad por esa misma Sala en casos semejantes y señala principalmente que las causas del despido disciplinario, son de carácter cerrado («numerus clausus»), lo que no impide que se realicen despidos fundamentados por la trasgresión de la buena fe a la que se refiere el artículo 54 del Estatuto.
- Asimismo, recuerda que en materia de «vicios» habituales, como la embriaguez o en este caso la consumición de drogas, para poder utilizar esta conducta como causa de despido es necesario, que tal conducta se tradujera «negativamente» en el trabajo (indisciplina, rendimiento, puntualidad y/o asiduidad...).
Conclusión Lexa
Por tanto, en el presente supuesto como el trabajador sólo portaba la droga pero no había existido ningún elemento de juicio que demostrara tal repercusión negativa en su trabajo su despido debía ser improcedente.
Finalmente, indica que los hechos no constituyen una trasgresión a la buena fe contractual.
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